mayo 29, 2012

Hay en el ardiente corazón del verano,
 una veta de aún no visibles sombras en las que
 ya germina la declinación de la luz...
Fotografía de CHLOROFORMS


"Y una vez más, en ella o desde ella, veo o sé que las artes, todas las artes, surgen de una misma materia. Saura mismo, en efecto había escrito:
La pintura continúa y continuará y permanecerá porque es una secreción natural del ser humano y por consiguiente, no puede morir. Mi definición: una secreción natural.

En Mandorla (1982), un poema mío se abre con estas, tan próximas, palabras:
Escribir es como la segregación de las resinas; no es acto, sino lenta formación natural.
Toda creación brota de una oscura matriz original donde se abriga palpitante cuanto no conocemos. De ahí que esa entrada en lo oscuro carezca de orientación predeterminada. Y de ahí, una de las penetrantes preguntas de Eduardo Chillida, que sólo puede encontrar una sola, afirmativa, respuesta:
¿No será el paso decisivo para un artista el estar con frecuencia desorientado?
Lenta, muy lentamente, cede la sombra paso al leve vuelo de la luz..."

Una muy bella cita dice así:

"Es necesario trabajar con soltura, sin que tenga apoyo la mano, y el trazo del pincel será capaz de metamorfosis abruptas.
Si el pincel es incisivo en sus ataques y en sus finales, no habrá en la forma torpeza ni confusión. La firmeza de la muñeca dará peso al pincel para penetrar en profundidad; la ligereza de la muñeca hará volar y danzar al pincel con una despreocupación alegre; la muñeca rigurosamente derecha hace trabajar al pincel con la punta; se inclina la muñeca y el pincel trabaja oblicuamente; si la muñeca acelera su ritmo, el golpe del pincel gana fuerza; de la lentitud de la muñeca nacen las curvas sustanciosas; las variantes de la muñeca facilitan los efectos de un natural lleno de abandono; sus metamorfosis engendran lo imprevisto y lo extraño; sus excentricidades obran milagros y cuando la muñeca está animada por el espíritu, ríos y montañas nos entregan su alma"

Elogio del caligrafo, José Ángel Valente


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